La Leyenda de Tartessos, mi primera Leyenda
Huelva me ha enamorado y la leyenda de Tartessos se ha quedado un pedacito de mi corazón.
Antes de continuar quiero decir que desde el año pasado le tenía muchas ganas y a final de año se presentó la oportunidad, nervios e ilusión por la nueva aventura que daría comienzo a la temporada 2023.
Llegada a Huelva y volando a por los dorsales.
Desde el primer momento se vivía un ambiente risueño, el sur es lo que tiene y volver a ver y abrazar a compañeros de batallas que ves de carrera en carrera da mucho power y mucha alegría, entre abrazos de ir encontrándote con amigos y con las prisas de querer tenerlo todo listo para la gran aventura, briefing y a disfrutar de la buena compañía, cenar, preparar todo lo de mañana y a dormir.
Las mañanas de carrera son bastante estresantes y eso se nota en mi humor, buen desayuno y con bastante frío 2-Cº nos planteamos si ir de largo o corto.
Vemos la temperatura por 5ª vez y viendo las máximas que daban de 18-Cº decidimos culote corto y maillot largo, yo como suelo ser bastante calurosa me pongo también el maillot corto por si acaso..
Etapa 1 63km – 900+ “ROCAS, PINOS y PLAYA”
La salida estaba a unos 8km con lo que calentamos por el carril bici entre risas y expectación de lo que viviríamos en el día.
Llegamos a la salida y como era pronto nos tomamos un café mientras se hacía la hora y veíamos el ambientazo, a falta de dos minutos de la salida de los elite volamos al cajón que nos toca y oye, no me dio tiempo ni a ponernos nerviosos cuando me di cuenta era nuestra salida y zas.. ya había empezado todo
Salimos desde la plaza del pueblo, tras recorrer unas calles nos desvían a una pista, los primeros 20km de la etapa recorre “los enduros” de Cartaya, Arroyo Gordo, Las Madamas, una parte bonita aunque para mi algo técnica, con lo que tenía que bajarme de la bici más de lo que me gusta. Subidas y bajadas duras con mucha piedra que acabó en agobio y esa mezcla me hizo entrar en un bucle de pulsaciones a mil, con sensación de calor, agobio y ansiedad por querer correr más rápido de lo que mis piernas y la técnica me permitían. Acabé necesitando parar a quitarme ropa para coger aire, respirar y calmarme.
Tras esa parte que se me atragantó un poco llegamos al primer avituallamiento, y aquí ya empezamos a disfrutar de senderos y más senderos ciclables con mucho flow, mucho pino y unos colores preciosos, es un espectáculo los cambios y parajes por los que ciclamos
Disfrutando al máximo de los single tracks que te tenían alerta en todo momento no te dejaban ni un segundo para beber o comer, terminado el recorrido en el paseo marítimo rodando por la orilla de El Rompido, “un espectáculo”
Allí nos esperaba un Guiso de carne como avituallamiento final que quitaba el sentido y ni deciros las fresas de Huelva, una delicia.
Risas y contando las anécdotas del día con los amigos que nos íbamos encontrando, bici al mecánico para que la mimen, ducha, descansar y el ritual de las carreras por etapas, cenar pronto, preparar las cosas del día siguiente y a dormir.
Etapa 2 65km – 1700+ “La Luz del Andevalo”
La salida era desde El Granado, un recorrido en bucle con unas infernales rampas de muro que te dejaban ko.
El ascenso hasta el parque eólico muy bonito que lleva hacia la frontera con Portugal, pasamos el punto de control, avituallamiento y a disfrutar de la Vía Verde del Guadiana. Preciosas vistas al Castillo de San Marcos.
Los singletracks en Huelva están asegurados aunque los prefiero sin pendiente.
De nuevo una etapa que quita el sentido en dureza y belleza
Llegada y avituallamiento top con un jamón que entraba de maravilla.
Aquí el ritual fue diferente ya que había que volver al Rompido y había como 1h de coche
Una vez allí, bici al Mecanico, ducha y a descansar, aunque se nos hizo más tarde para la cena y eso pasó factura cuando sonó el despertador ya que la salida de la etapa 3 también estaba a casi 1h de camino.
Etapa 3 90km – 2200+ “La Reina”
Salida desde Valverde del Camino nerviosa por lo que nos esperaba y con el dolor de piernas que los primeros tramos de pistas cuando venía desnivel se me hicieron eternos, buenas subidas escalonadas que me pusieron a prueba en los primeros tantos km, cuando entramos en la Vía Verde del Río Tinto, volvió esa sensación de “pero que bonito es esto” un paisaje único y e impresionante, un continuo cambiar de escenario que lo hacían ameno aunque es cierto que se me iba haciendo cuesta arriba y no es para menos.. qué manera de sumar desnivel y km.
Muchas rocas que ponían a prueba la técnica buscando no liarla y evitar caer o algún llantazo y/o pinchazo.
La parte más dura de la etapa será un concentrado de senderos y rampas, que no paraban de sumar desnivel positivo hasta llegar a Valverde del Camino.
Una etapa REINA épica.
No puedo describir la alegría al llegar a meta, ritual que hubo que hacer rápido porque había que volver a El Rompido y si recordáis había 1h de camino, comer, limpieza de bicis y marchando, ya en El Rompido bici al mecánico, ducha, cenar y descasar… o por lo menos intentarlo
Ya no eran piernas, eran maderas, dolor continuo hasta con el apoyo al colchón.
Etapa 4 26km 400+ “El Playgroung”
El Despertar era de felicidad y tristeza, sabía que todavía quedaba una etapa para disfrutar pero que era el final de La Leyenda de Tartessos .
Nos pusimos el traje de faena y allá que fuimos, al paseo marítimo de El Rompido.
Salida al estilo crono, eso siempre motiva y a rodar por la playa hasta el Pinar de Abajo, pistas y senderos espectaculares que convertirán el sube, baja y curveo en un auténtico parque de juegos, no quería que acabase, me encantó disfrutar de todos esos km donde apenas podías sacar el bidón.
Últimos km que nos dio para reír, hablar y sentir que ya se había terminado, cruzando el arco el meta con la sensación de quiero más de la Leyenda de Tartessos.
Colofón final medalla finisher, paella y fiesta que dejaba muy buen sabor de boca, allí se respiraba felicidad por todos los lados y esa tristeza de que todo había acabado, los comentarios que más se escuchaban “el año que viene volvemos”
despedidas, limpieza de bicis y con una gran sonrisa a por la parte más dura, 850km de vuelta a casa.
